
Empoderados por el Espíritu Santo, a través de la oración, estableceremos iglesias y equiparemos líderes para cumplir con el mandato bíblico de hacer discípulos de todas las gentes alrededor del mundo, para la gloria de Cristo, nuestro Señor quien es la cabeza de la iglesia.

La Iglesia de Dios de la Profecía será un movimiento que exalte a Cristo, procure la santidad, esté lleno del Espíritu, abierto a todas las naciones, hacedor de discípulos, establecedor de Iglesias y que sienta gran pasión por la unión cristiana.
