El obispo Sam N. Clements nació el 4 de agosto de 1942, en Stewart County, en el nordeste de Tenesí. Creció en una pequeña granja, y conoce perfectamente las luchas de una vida rural en Tenesí. A los 12 años de edad, aceptó a Jesucristo como su Señor y Salvador, y se hizo miembro de la Iglesia de Dios de la Profecía en 1955.

Él aceptó el llamado al servicio cristiano de tiempo completo en 1962, obtuvo su licencia como ministro el año siguiente y fue ordenado como obispo en 1972. Además de sus 28 años de ministerio pastoral, él fue nombrado supervisor estatal de Arkansas/Oklahoma, y después de Carolina del Norte los años 1993-2000. Bajo la recomendación de sus colegas y tras la aprobación del Presbiterio Internacional en su totalidad, sirvió como presbítero general de Norteamérica por 14 años (2000-2014). Él tiene amplia experiencia trabajando con comités y juntas directivas regionales, estatales e internacionales y ha viajado a lo largo de los Estados Unidos, Canadá y fuera de Norteamérica, en el Caribe, Centroamérica, Europa Oriental y Sudamérica. Él completó sus estudios en el Instituto para el Entrenamiento Bíblico y recibió un doctorado honorífico de Kingsbury Bible College en Florida.

Durante la 98va Asamblea Internacional, el obispo Clements fue aceptado como supervisor general bajo “común acuerdo”, tras ser identificado como un “líder de líderes” mediante el mover del Espíritu Santo y bajo el consenso del Presbiterio Internacional. Su pasión es predicar el evangelio de Jesucristo y guiar a la Iglesia de Dios de la Profecía en cumplir con la Gran Comisión a mayor escala. El obispo Clements reside en Cleveland, TN con su esposa, Linda Cathey Clements (casados 1961). Fueron bendecidos con tres hijos: Greg, Gary (fallecido) y Gerald; y tienen tres hermosas nueras y siete nietos.

PRESBÍTEROS GENERALES

Los presbíteros generales proveen liderazgo a la iglesia a nivel mundial, según ésta cumple con su misión ordenada por Cristo. Ellos trabajan con el supervisor general, compartiendo con él la responsabilidad del liderazgo al llevar a cabo funciones efectuadas por el supervisor general, desarrollando la visión, los procesos y planes para el cumplimiento de la misión de la iglesia. Los presbíteros generales se mantienen al tanto de las necesidades internacionales de la iglesia con el propósito de facilitar el cumplimiento del mandato de evangelización mundial.